Campamentos que penden de un hilo.

Organizadores con incertidumbre. Algunos se decantan por suspenderlos y los que se resisten a perder la campaña de verano esperarán a ver qué sucede en mayo y junio.


Las empresas y asociaciones son conscientes de que este verano será complicado ver a cientos de niños corriendo por un campo, durmiendo en tiendas de campaña o haciendo actividades en las que tengan que compartir material. Saben que si finalmente se pueden celebrar campamentos serán muy distintos a lo que se conocían hasta ahora.

En Extremadura el sector pende ahora mismo de un hilo. Los hay que están decantándose por suspender los campamentos y otros se resisten a dar por perdida la campaña de verano. «Nosotros estamos trabajando como si fuera a haber campamentos», explica Luis Cordero, un veterano organizador de estas actividades en la región que forma parte de la asociación juvenil Nutria.

Esta agrupación lleva 25 años realizando actividades para niños y adolescentes y cuentan con una instalación en el término municipal de Hernán Pérez, en Sierra de Gata. «Tiene capacidad para cien personas y ya nos hemos puesto en contacto con la Junta. Por ahora nos han dicho que podemos utilizarla con un tercio del aforo. Esperamos que a finales de junio, si todo va bien la Junta nos dé los permisos necesarios teniendo en cuenta lo que establezcan las autoridades sanitarias», afirma Cordero.

Apunta que ya lo están preparando todo, pero no pueden confirmar las fechas ni las actividades que harán. «Junio lo damos por perdido y los campamentos empezarían si se puede en julio. Hay padres que nos están llamando para preguntar porque no quieren que se cancelen», cuenta Cordero, que indica que ya están pintando las instalaciones, desbrozando y han comprado dos máquinas de ozono. «También estamos haciendo acopio de mascarillas», añade antes de reconocer que tienen bastante incertidumbre.

Participantes en un campamento de verano de la empresa Légola haciendo una ruta. /Hoy

Juan Manuel Fernández, gerente de Légola, una empresa de servicios de turismo, ocio y formación, vive estos días con la misma sensación. «Quizás se pueden realizar los campamentos, pero no estamos seguros de que los padres quieran que sus hijos vayan. Por estas fechas en un año normal tendríamos hechas las inscripciones», comenta Fernández, que además de organizar tres campamentos cada verano con más de 200 niños alquila instalaciones por toda Extremadura a diferentes entidades. «Estaban todas reservadas, pero ya han cancelado el 90%», detalla.

Para realizar los campamentos y espectáculos que hacen en diferentes pueblos pueden llegar a contratar a unas 150 personas. Este año no cree que pueda hacerlo. «Se van a perder muchísimos puestos de trabajo», prevé. «Hemos perdido los viajes de fin de curso y las actividades que hacemos dirigidas a centros educativos. Teníamos muchos grupos y todos han cancelado», indica Fernández, que espera que esta situación no se alargue. «Si dura mucho más, esto puede afectar a las reservas del siguiente año».

Lo que sí están empezando a promocionar ya son los programas lúdicos y educativos para los niños este verano. En ellos sí se pueden mantener con toda seguridad las medidas de prevención sanitarias.

Campamento de robótica. Dos participantes en una edición anterior organizada por la entidad Educarobot, con sedes en Cáceres y Plasencia.
Campamento de robótica. Dos participantes en una edición anterior organizada por la entidad Educarobot, con sedes en Cáceres y Plasencia.

En grupos de diez

También optará por grupos reducidos Jesús Rodríguez, gerente de la empresa Educarobot. «Solemos hacer un campamento urbano en el que no hay más de diez personas aproximadamente y otro en Cañamero que puede llegar a contar con unos 60 participantes. En el que aunamos robótica y actividades de aventura lo damos por perdido, y estamos a la espera de ver qué sucede con el urbano. Al no ser más de diez es viable, pero no sabemos cómo va a afectar el miedo en las familias», matiza Rodríguez.

La cancelación es casi segura en los que organizan los grupos scouts de Extremadura. A sus campamentos de verano van en torno a 900 personas de entre seis y 21 años, pero en esta ocasión todo apunta a que no va a poder ser. «Seguramente se cancelen porque es casi imposible», confiesa José Antonio Hierro, presidente de la Federación de Asociaciones de Scouts de España (Asde) en Extremadura, quien matiza que la decisión no es definitiva. «Cuando la cancelación se confirme lo comunicarán los grupos a las familias», añade.

La mayoría de ellos suelen hacer los campamentos fuera de la región en lugares como Portugal y Castilla y León. «Eso está descartado casi al cien por cien porque seguramente no podamos movernos a otras comunidades y menos al extranjero», explica. «Además, trabajamos con presupuestos mínimos y el desembolso en mascarillas sería muy grande. Dormir en tienda de campaña sin mantener la distancia tampoco se puede», añade.

Por eso lo más probable es que opten por campamentos urbanos en las localidades de cada grupo. Así también podrán ayudar a las familias a conciliar.


Fuente Hoy.es

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